OBSERVAR AVES CON EL TELESCOPIO

            Observando aves en las lagunas de Villafáfila - Zamora

                                                                   Foto:Magali Núñez

Los telescopios utilizados para observar a las aves son los llamados telescopios terrestres.

En principio para nuestras primeras observaciones no necesitaremos un telescopio, con los prismáticos tendremos suficiente. El uso del telescopio podríamos decir que se puede hacer necesario cuando ya no podamos observar o identificar aves lejanas con los prismáticos, aunque en los primeros tiempos de aprendizaje difícilmente nos vamos a encontrar en esa situación.

Aunque el uso del telescopio entre los ornitólogos y aficionados se ha extendido bastante, en realidad no es una herramienta imprescindible, a no ser que te dediques a hacer censos de aves acuáticas o a observar aves rapaces en la distancia, por poner dos ejemplos.

El uso real que hacemos los aficionados es el de poder identificar mejor las aves lejanas o bien observar con mucho detalle aves más cercanas o de muy cerca. En estos últimos casos se trata más de un goce para la vista que otra cosa, ya que podemos ver detalles como el ojo o el pico en aves grandes que nos impresionarán.

Si con unos prismáticos podemos disponer como más usuales de 8 a 10 aumentos y de diámetros de salida de 40 o 42 mm, con el telescopio dispondremos de entre 20 y 60 aumentos y de 60 a 80 mm de diámetro de salida aproximadamente. Debido a los grandes aumentos necesitaremos un trípode para poder observar con el telescopio, y a ser posible que sea robusto para así conseguir más estabilidad. Esto implica un mayor peso en la mochila o bien sobre los hombros si llevamos montado todo el conjunto. Por eso habrá que valorar en su medida si realmente nos valdrá la pena disponer de uno o si con los prismáticos ya será suficiente. Además también hay que tener en cuenta que un buen telescopio nos supondrá un desembolso considerable, aunque hay telescopios sencillos y más baratos pero que quizá no nos proporcionarán ni la imagen ni los colores deseados. 

Comentar también que el telescopio es una herramienta muy útil para los artistas que se dedican a ilustrar a las aves, pudiendo observarlas a una distancia prudente de manera que las aves no volarán y así las podrán dibujar en óptimas condiciones.

Como reflexión personal, la compra de un telescopio tiene que estar condicionada a su uso. Comprar un telescopio para que acabe en el baúl de los recuerdos no es una buena idea.

El telescopio no es necesario llevarlo en cada salida. Para un paseo por el campo en principio ya nos bastará con los prismáticos. Si queremos fotografiar a las aves no nos va a ser de mucha utilidad, más bien será un inconveniente. En cambio, en visitas a lagunas o marismas para ver anátidas, garzas y otras especies o en la costa para observar aves marinas será una herramienta indispensable.

En el fondo dependerá del uso que quiera hacer cada uno.

                                                                  Observando aves en el Delta de l'Ebre
 

LA FOTOGRAFÍA DE AVES

El primer consejo que doy es no empezar a fotografiar a las aves porque si no, nos olvidaremos por completo de la observación y la identificación. Si realmente queremos aficionarnos a las aves, los primeros años es mejor olvidarse de fotografiarlas; una vez que ya tengamos unos mínimos o mejor amplios conocimientos, la fotografía de aves nos servirá como un complemento más para la identificación de esos pajaritos que enseguida salen volando o simplemente por el placer o el disfrute de fotografiarlos y tener nuestros archivos de fotos de aves, que además podremos utilizar para un blog o para compartirlas en redes sociales. Esto ya a gusto del consumidor.

No quiero dejar de comentar que con el tema de la fotografía de aves hay cierta controversia ya que debido al auge de esta afición nos podemos encontrar en algunos observatorios de espacios protegidos a personas que únicamente se dedican a fotografiarlas, en muchos casos sin conocerlas, permaneciendo en esos observatorios a veces más tiempo de la cuenta, con lo cual en momentos en que coinciden muchos visitantes que pueden ser familias, personas mayores u otros colectivos, sencillamente no se les facilita el que puedan disfrutar de las aves como nosotros. Sin querer estigmatizar a ese colectivo, porque los mismos aficionados y ornitólogos también podemos abusar ya que al final acabamos comprándonos nuestro equipo fotográfico, pienso que tanto fotógrafos como ornitólogos y aficionados deberíamos ser conscientes de que los observatorios de aves no los han construido para estar en ellos durante horas sin tener en cuenta que hay otros usuarios que, aunque sean ocasionales, también tienen derecho a disfrutar de ellos. 

Es verdad que hay momentos y días en que las visitas son pocas y no será un inconveniente estar largos ratos en ellos, pero sobre todo los fines de semana y en épocas de mayor abundancia y de aumento de visitas debido al buen tiempo como es la primavera, hay que ser más respetuosos e incluso no estaría mal poner en práctica esa norma de ciudadanía de ceder el asiento en el autobús a las personas mayores, que en este caso sería dejar sitio al resto de visitantes.

Tampoco quiero obviar el hecho de que la fotografía de aves engancha mucho y en algunas salidas nos podemos dedicar más a fotografiar que a observar e identificar a las aves. Eso nos pasa a todos. Llega un momento en que algunas aves las tenemos tan vistas que preferimos dedicarnos a fotografiarlas. Lógicamente cada uno decidirá a qué se dedica o qué le interesa más dentro del mundo de la ornitología, dependiendo también de los medios que tengamos. No todo el mundo puede permitirse el comprar una cámara y un teleobjetivo para realizar fotos mínimamente interesantes. Así como habrá personas para las que la fotografía no será algo tan importante y prefieran dedicarse más a la observación, identificación y estudio de las aves. En todo caso, cada cual elegirá lo que más esté a su alcance y lo que más le haga disfrutar.

                                               Fotografiando aves en las marismas de Santoña - Cantabria

                                                                              Foto: Magali Núñez
 

Yo pienso que llegados a este punto, lo ideal sería combinar la observación e identificación con la fotografía para seguir aprendiendo cada día más sobre las aves y disfrutar igualmente de las fotos que les hagamos, que siendo realistas, también es un gran disfrute.

Como no soy fotógrafo, prefiero no aconsejar ni cámaras ni objetivos; en tal caso, quien se interese por la fotografía de aves puede conseguir información en tiendas de fotografía o a través de internet, y si se tercia, por qué no preguntando a los usuarios que frecuentamos dichos espacios y que también practicamos la fotografía. Será una manera de interactuar con los demás y desprendernos de ese individualismo y de esa dependencia del móvil que en ocasiones parece que nos impida hablar o relacionarnos con el resto de terrícolas.