Con esta carta de presentación no cabe duda de que Monfragüe es uno de los lugares más importantes y emblemáticos de la península ibérica donde poder observar especies de aves muy interesantes y poco comunes y además en muy buenas condiciones, gracias a la gran cantidad de miradores, algunos de ellos con observatorio cerrado, situados a lo largo de todo el espacio.
Dicho espacio se puede recorrer cómodamente en coche por carretera con acceso por el norte cogiendo la salida 46 de la EX-A1 a la altura del cruce a Plasencia, ciudad situada a unos 8 kms. y continuando después por la EX-208, desde la autovía EX-A1 en la salida 29 hacia el Puente de la Bazagona o bien por el sur desde el pueblo de Torrejón el Rubio. La carretera seguirá casi en su totalidad los ríos Tiétar y Tajo que se unirán en dirección sur al pasar el pueblo Villarreal de San carlos, donde se encuentra el centro de recepción e información de visitantes.
Independientemente de dónde iniciemos la ruta, la visita se puede realizar en una sola jornada ya que las distancias en coche son relativamente cortas, lo que nos permitirá poder disfrutar el tiempo suficiente en cada mirador para observar esas especies emblemáticas tanto en vuelo como en sus nidos, debido a que éstos están situados lo suficientemente lejos como para que no resulte una molestia para las aves. Eso sí, será necesario utilizar un telescopio terrestre si queremos disfrutar de su visión con detalle, porque aunque con los prismáticos las podemos detectar, el alcance de éstos no será suficiente para el máximo disfrute de su observación.
La mejor época para visitar el parque será la primavera, primero porque las temperaturas aún no serán muy calurosas, segundo porque coincidirá con la llegada de las aves estivales que se unirán a las residentes y tercero porque los días serán lo suficientemente largos como para apurar un poco más la visita.
Aunque con un día es suficiente para visitar todo el espacio, siempre será recomendable disponer de algunos días más para que la visita sea más enriquecedora y así poder repetir e incluso estar más tiempo en los lugares de mayor interés como pueden ser el Salto del Gitano o la Portilla del Tiétar.
Sin marcar un itinerario concreto citaré los lugares de más interés para observar esas aves emblemáticas y destacadas del parque.
Salto del Gitano
Mirador excepcional donde observaremos en movimiento a los buitres leonados y negros en lo alto de la Peña Falcón, amplio roquedo vertical situado al otro lado del río. Con suerte los podremos observar volando muy cercanos por encima nuestro. Los milanos negros llegados de África serán también habituales en el lugar. Si dedicamos tiempo a la observación con seguridad se podrá avistar alguno de los nidos que ocupan las estivales cigüeñas negras. Más difícil será observar al Halcón peregrino o al Búho real. Las golondrinas dáuricas y los aviones roqueros volarán por los alrededores y el Roquero solitario suele estar presente en rocas relativamente cercanas al mirador.
Lugar similar al Salto del Gitano pero con un pequeño observatorio cerrado para poder observar con más discrección. Las vistas desde aquí son más abiertas aunque a las aves rapaces las observaremos un poco más alejadas. Presentes también las dos especies de buitres y como especie excepcional se puede dejar ver el Águila imperial ibérica en apariciones esporádicas volando alto junto a los buitres. Aunque sus nidos se encuentran alejados es habitual su presencia. La diferenciaremos del resto de rapaces por sus hombros blancos muy destacados. Otras rapaces usuales serán los también estivales Alimoche común y Aguililla calzada, así como el Milano negro y la Culebrera europea. Golondrinas y aviones también serán comunes e igualmente se dejará observar el Roquero solitario o pajaritos como el Chochín común o el Escribano montesino. El Búho real suele anidar en el murallón rocoso al otro lado del río; habrá que utilizar el telescopio para intentar detectar el nido, donde habrá criado y con mucha suerte podremos observar a los polluelos en proceso de crecimiento.
En el río en ocasiones hace acto de presencia la Nutria, por lo que aparte de mirar hacia el roquedo y al cielo no habrá que perder de vista la orilla al otro lado del río, como un aliciente más.
En el resto de miradores que encontraremos a lo largo de la carretera que son el de la Tajadilla, la Malavuelta, la Báscula y la Higuerilla como principales, las aves rapaces y pajaritos que veremos ya dependerán del momento. Pasarán en vuelo los buitres, milanos, culebreras, calzadas, con suerte Águila-azor perdicera y de pajaritos con fortuna podríamos detectar al Pico menor y al Picogordo y con seguridad se dejan ver el Herrerillo común, el Carbonero común, el Pinzón vulgar o el Triguero.
Aparte de las aves en el parque será relativamente fácil ver a los ciervos deambular por los campos arbustivos cercanos.