Nos preparamos para pasar del confinamiento a las diferentes fases del desconfinamiento. Por fin podremos salir de casa y pasear por el campo aunque sea con restricción horaria y eso sí, tomando las medidas de precaución necesarias. Un momento muy esperado por los aficionados a las aves y por suerte pudiendo aún disfrutar de uno de los mejores meses para la observación en primavera que es el mes de mayo.


Día 1.
A principios de la tercera decena de abril hemos tenido varios días de lluvia que sin duda han sido muy beneficiosos para el campo. La primera tarde después de esas lluvias observo a una pareja de herrerillos comunes alimentándose de los brotes tiernos de las acacias. Como novedad en mi lista de observaciones veo por un instante un mosquitero que me hace dudar entre "común" y "musical". El común tiene una ceja amarilla pálida mientras que el musical la tiene muy marcada. Las patas del común son oscuras y las del musical pálidas. Como el pajarito no me ha permitido observarlo con detalle y la fotografía que le hago no es del todo clarificadora, me encuentro en esos momentos en que tengo dudas y no puedo confirmar de qué mosquitero se trata. Esto suele ser muy común en nuestras habituales salidas al campo, cosa que por otro lado es un desafío ya que nos pone a todos a prueba para conseguir identificar al ave en base a nuestros conocimientos y también echando mano de la guía porque, a no ser que seas un experto, siempre hay detalles que no recordamos exactamente.

 Duda entre Mosquitero musical y común
 
Las golondrinas comunes y los aviones comunes ya son habituales cada día en el cielo. Atardeciendo y con un cielo azul espectacular observo volar muy alto y hacia mí una rapaz que identificaré como un Milano negro, ave que en estas latitudes está en paso. Lo más identificativo es su cola un poco ahorquillada, a diferencia del Milano real que la tiene muy ahorquillada. Para finalizar la tarde observo una pareja de tórtolas turcas de las que algunas hace ya semanas que han criado.

 Silueta del Milano negro

Día 2.
Vuelan en el cielo indistintamente vencejos comunes, vencejos reales, aviones comunes y golondrinas comunes. Las notas de color diferente serán una Gaviota patiamarilla que se pasea a diario por encima de los tejados y un Cernícalo vulgar que tampoco es muy común observar en la ciudad.

 Vencejo real

Día 3.
Nos acercamos ya al desconfinamiento gradual y apurando los últimos coletazos del confinamiento veré desde la ventana un Carbonero garrapinos, pajarito que es poco habitual verlo en las ciudades, más fácil de observar en las coníferas del bosque. Es más pequeño que el Carbonero común, de tonos muy diferentes y tan inquieto como el Herrerillo común. Su visión suele ser muy fugaz.
Otro pajarito poco común pasará volando sin dejar huella, pero solo viendo la largísima cola y apreciando su tamaño corporal me atrevo a decir que es un Mito común. Por último escucharé el identificativo y singular canto de la Tórtola turca. 

Día 4.
En este día previo a la desescalada fotografío a una pareja de herrerillos comunes que están dándose un baño en uno de los platos de maceta que tengo colocados en la ventana. No sé quien disfruta más, si ellos pegándose el chapuzón o yo observándolos y fotografiándolos. Seguro que ellos pero mi satisfacción es mayúscula.


 🔼Herrerillo común antes y después del chapuzón🔽



Escucharé el chapurreo del Serín verdecillo, también cantar al Carbonero común y una Tórtola turca se posará muy cerca de mi ventana, dejándome fotografiarla.

 Tórtola turca
 
Creo que todos estamos ya excitados pensando en poder salir de casa unos a hacer deporte, otros a pasear y nosotros a practicar el paseo-pajareo, aunque deberemos tomar unas mínimas precauciones de distanciamiento y mirar de no entorpecer a los demás transeuntes. Con sentido común todos podremos disfrutar de la nueva oportunidad que se nos brinda.

Sábado 2 de mayo

Primer día de desescalada. Acostumbrados como estamos toda la vida a hacer lo que nos da la gana y cuando nos da la gana, hoy acogemos esta nueva situación como una gran bocanada de aire fresco.
Nada más comenzar me recibe el Ruiseñor común con su potente y variado canto. Ave estival que con su canto inunda el campo por completo y hasta dificulta el poder escuchar el canto del resto de aves y pajaritos. Las oropéndolas emiten su identificativo y sonoro canto aunque generalmente son difíciles de observar porque se camuflan muy bien en los árboles. Como indicación, si vemos un punto amarillo intenso aparecer por entre las hojas de los árboles puede ser la Oropéndola.Eso sí, la podremos observar en vuelo porque por momentos realizan cortos desplazamientos. Es un ave estival como también el siguiente pajarito al que escucho y observo, el Mosquitero papialbo. Su canto es un pío repetitivo que se identifica con facilidad. Suele cantar posado en las ramas altas de los árboles con discreción. A diferencia de los mosquiteros más comunes el papialbo tiene el cuerpo totalmente de color blanco, quizá el rasgo más diferenciado.



Mosquitero papialbo

Algunos pajaritos parece que están entre sorprendidos y extrañados, entre ellos los gorriones comunes que al observarlos en el tejado de una masía casi que ni se inmutan ante mi presencia o como es el caso de un Ruiseñor común que me encuentro en el suelo del camino sin ponerse muy nervioso. Es lo que tiene la falta de contacto con los humanos durante estas largas semanas.

 Ruiseñor común
 
Un aspecto destacable del campo es que en algunos torrentes la vegetación ha crecido con tal exuberancia que casi se han convertido en verdaderas selvas de complicado tránsito. Aparte de las aves citadas otras especies que se dejarán ver en este primer día de observación serán el Cernícalo vulgar, la Curruca cabecinegra, el Petirrojo europeo, el Jilguero europeo y las golondrinas, aviones y vencejos. 
Para ser un corto paseo no ha estado mal la variedad de aves avistadas.  

Primeros días de mayo

El Ruiseñor bastardo o Cetia ruiseñor, aunque tiene bastante parecido de aspecto con el Ruiseñor común, en cuanto al canto son la noche y el día. El bastardo emite siempre el mismo canto que yo describo de la siguiente manera: primero te saluda con un pío, después entra en conversación con varios píos y para acabar te cuenta su vida con una frase más larga. El Ruiseñor común podríamos decir que te da la charla contándote mil y una historias y además voceando mucho. Ahora, los dos son igual de discretos y desconfiados. Los oímos perfectamente pero observarlos a veces te cuesta la vida o la vista.


 Ruiseñor bastardo

Hay veces en que uno no sabe qué es lo que se le ha perdido a un Cuervo en según qué hábitats. Es verdad que al ser aves grandes pueden recorrer largas distancias en poco tiempo por lo que ahora están aquí y al rato en otro lugar lejano. Al estar acostumbrado a verlos más en la montaña sorprende su visión en el campo y tan cercano a la ciudad. Sin duda están buscando algo de lo que sacar provecho, siendo normalmente el alimento. En algunos córvidos como las urracas es muy normal ir desplazándose de árbol en árbol buscando nidos de pajaritos para hacerse con sus huevos y hasta con sus pollitos recién salidos del huevo aprovechando algún descuido o las salidas de los progenitores para buscar comida para alimentarlos. Decir también que los córvidos son de las aves más inteligentes, siendo alguno de ellos capaz de reconocerse en un espejo según se ha experimentado.

 Cuervo grande
 
El buitrón ( Cistícola buitrón ) es un pajarito pequeño muy habitual en el campo. En primavera emite su canto muy a menudo que consiste en piar en vuelo siguiendo una cadencia muy curiosa, como si se tratara de llegar a un punto concreto y piar en ese momento y repetir el mismo ejercicio una y otra vez.

 Cistícola buitrón
 
La Cogujada común suele moverse por el suelo terroso, por lo que debido a sus colores pardo-grisáceos puede pasar desapercibida fácilmente. Es inconfundible por su cresta y su canto también es reconocible. Suele girar la cabeza mirando para arriba en busca de insectos de los que alimentarse. Es desconfiada aunque a veces se la puede observar bastante cerca. 

 Cogujada común
 
El Mosquitero papialbo y el Escribano soteño en realidad por su aspecto no se parecen en nada pero sí que tienen un canto muy parecido. En uno de mis paseos me encuentro a los dos machos disputándose el territorio. Se me ocurre pensar que es por su canto similar, lo cuál podría confundir a sus respectivas parejas. Imagino que no será este el motivo, simplemente les habrá gustado el lugar para situar su nido y cantar y atraer a la hembra y ninguno parece estar dispuesto a dar la batalla por perdida.

 Escribano soteño macho
 
El Zorzal charlo tanto se puede dejar ver en el suelo buscando gusanos como posado en las ramas de los árboles. Es el de colores más discretos de todos los zorzales. Su figura más alargada lo diferencia del Zorzal común que es más proporcionado.

 Zorzal charlo
 
Ver pajaritos en paso suele ser una de las cosas más excitantes por lo inesperado del caso. Eso es lo que me ocurre al detectar una mañana a un grupo de unas cuatro tarabillas norteñas posadas en las ramas altas de unas plantas silvestres. No es la primera vez que me pasa pero cada nueva ocasión siempre es todo un acontecimiento. Al igual que la Tarabilla común en principio es confiada pero su distancia de seguridad es más grande, así que mejor aprovechar para observarlas en la distancia y disfrutar de su visión que seguramente nos deleitará. Además no sabemos si las volveremos a ver en días sucesivos precisamente por estar en paso.

 Tarabillas norteñas: macho y hembra

Tarabilla norteña
 
Los cernícalos vulgares no suelen dejar que te acerques más de la cuenta. Observaré a uno posado en un poste alto de madera desde el que observa el suelo para detectar el posible movimiento de algún pequeño roedor.
Cualquier charco de agua les sirve a las golondrinas y a los aviones para ir recogiendo barro para construir el nido. Sus idas y venidas son constantes. Se llenan el pico a rebosar para así no tener que hacer tantos viajes. Es otro espectáculo curioso de observar.


 Golondrina común con el pico cargado de barro
 
Escuchar al Pito real es inquietante; su canto que se asemeja a una carcajada maligna le da un aire misterioso unido esto al hecho de que no suele ser fácil detectarlo. Puede estar en el tronco del árbol o en una rama camuflado. Eso sí, cuando se deja ver es otro espectáculo; su cómica cara con su habitual pose altiva impresiona. Es mejor no perder la ocasión de observarlo porque está siempre controlando y puede volar un cualquier momento.

 Pito real
 
Otro visitante habitual estival es el Zarcero común o políglota. El color amarillo de su cuerpo es muy llamativo; efectúa un canto muy variado con muchos gorjeos y hasta deformándose la cabeza y el cuello de tanta pasión que desborda en ello, mostrándonos ese gran pico que posee. En mis comienzos el descubrimiento de este pajarito me causó impresión y fue muy emocionante.

 Zarcero común
 
Este mes de mayo el campo es un no parar de escuchar los cantos de muchas especies diferentes de aves, sobre todo pajaritos. Es buen momento para observarlos mejor, incluso pudiendo verlos cantar al mismo tiempo. Si somos discretos seguro que en algún momento hasta el Ruiseñor común se dejará ver con claridad y podremos observar cómo abre su enorme pico para su reducido tamaño. Cantarán el verdecillo, el jilguero, el mosquitero papialbo, el escribano soteño, la curruca capirotada, el verderón común y los herrerillos y carboneros entre otros. Por eso es buena ocasión para intentar localizarlos al escuchar su canto y así disfrutar doblemente. Esto nos servirá como un completo ejercicio de reconocimiento de las aves por su canto, quizá una de las facetas más difíciles y que necesita más dedicación de todas a las que nos podemos dedicar en el mundo de las aves. Este aprendizaje además nos servirá en otros momentos del año en que las aves están más esquivas y no se dejan ver tanto.

 Ruiseñor común

Hasta aquí lo vivido y disfrutado en estos primeros días de vuelta al campo con ilusión y esperando pacientemente el momento en que podamos volver a salir a observar aves sin limitaciones y dejando la mente volar libremente.

Lista de aves vistas desde casa durante el confinamiento:

Ave residente: en negro     Ave estival: en rojo

Nombre común                       Nombre científico

Milano negro                           Milvus migrans
Cernícalo vulgar                      Falco tinnunculus
Gaviota patiamarilla                Larus michahellis
Paloma doméstica                    Columba livia
Paloma torcaz                          Columba palumbus
Tórtola turca                            Streptopelia decaocto
Vencejo común                        Apus apus
Vencejo real                             Apus melba
Abubilla                                   Upupa epops
Golondrina común                   Hirundo rustica
Avión común                            Delichon urbicum
Curruca cabecinegra                Sylvia melanocephala
Curruca carrasqueña                Sylvia cantillans
Carbonero común                     Parus major
Carbonero garrapinos               Periparus ater
Herrerillo común                      Cyanistes caeruleus
Herrerillo capuchino                Lophophanes cristatus
Mito común                              Aegithalos caudatus
Agateador europeo o común    Certhia brachydactyla
Urraca común                           Pica pica
Estornino pinto                         Sturnus vulgaris
Gorrión común                         Passer domesticus
Serín verdecillo                        Serinus serinus
Cotorra argentina                     Mylopsitta monachus

Información adicional:

Para profundizar en el tema de los cantos de aves podéis utilizar los enlaces que facilito arriba a la derecha de las páginas web de las asociaciones ornitológicas de referencia que son Seo Birdlife en el conjunto del Estado y el ICO en Catalunya. En ambas existe la posibilidad de escuchar los cantos más comunes de todas las especies de aves. Además hay disponibles en el mercado cd's de cantos de aves e igualmente se puede encontrar información a través de internet.