A pesar de su enclave en plena costa del empordà en la provincia de Girona, bajo una fuerte presión urbanística a partir de los años sesenta, por fortuna y gracias a la lucha de colectivos naturalistas se consiguió preservar la zona y que se declarara el Parc Natural dels Aiguamolls de l'Empordà en el año 1983.

El parque es un conjunto de humedales muy interesantes formados por lagunas, marismas temporales, campos inundables y la playa en la bahía de Roses.

Comprende una superficie de 4.729 hectáreas.

Aunque el parque natural está dividido en tres zonas diferenciadas y separadas entre sí, me centraré en la más conocida y visitada de todas ya que contiene la mayoría de los hábitats destacables del espacio natural, aparte de poder hacer un entretenido recorrido a pie sin que resulte una excesiva caminata.

Se trata de la zona que comprende el Centro de Información de El Cortalet junto a la gran laguna del mismo nombre, el observatorio de Senillosa sobre los Estanys del Matà y el camino que bordea dichos estanys o lagunas con diferentes observatorios hacia el estany de la Massona, camino que llega hasta la playa en la bahía de Roses.

En principio todo el recorrido de ida y vuelta se puede realizar en una mañana, aunque dependerá del ritmo de cada uno y de lo interesante que se presente la jornada.

Como suele ser habitual la primavera será la época más provechosa por la coincidencia de las aves estivales con las residentes aparte de las aves que están en paso y que permanecerán aquí algunas semanas, así que las que citaré serán las que se pueden observar en esta estación del año.

El itinerario comienza en el Centro de Información de El Cortalet, con párking de pago para vehículos, cuya recaudación se utiliza para proyectos de mejora del parque.

Al lado mismo del centro ya tenemos acceso a través de una pasarela al observatorio Quim Franch, con amplia laguna y diferentes islotes donde podemos observar varias especies de anátidas como Ánade azulón, Ánade friso, Zampullín común, Somormujo lavanco y también Garceta común, Gaviota patiamarilla e incluso Flamenco común. Con suerte veremos algún Cisne vulgar y al fondo más alejados suelen verse casi siempre un grupo de gamos, cérvidos que fueron introducidos en el parque y que se han adaptado perfectamente a estos ambientes húmedos. Hay que decir que a primera hora de la mañana el sol lo tendremos de cara, lo cual nos dificultará la visión, por lo que quizá será mejor realizar la visita a última hora antes de finalizar la jornada.

Flamenco común joven

Cisne vulgar

Gamos macho 👆 y hembra 👇



A continuación podemos empezar el recorrido señalizado por camino sombrío a lo largo del cual nos aparecerán y podremos escuchar diferentes especies de pajaritos como Ruiseñor común, Cetia ruiseñor, Carricero tordal, Papamoscas cerrojillo, Jilguero europeo o Carbonero común entre otros, y al mismo tiempo observaremos muy cercanas a las cigüeñas blancas posadas en los nidos acondicionados en lo alto de los árboles.

Ruiseñor común

Cetia ruiseñor

Cigüeñas blancas en el nido


Después de pasar unos campos abiertos, donde si se han formado charcas habrá posibilidad de detectar algunas limícolas, llegamos a un cruce a la izquierda que nos conducirá al observatorio de Les Gantes, situado en el lado opuesto al observatorio Quim Franch y por lo tanto de espaldas al sol, lo que nos permitirá observar a las aves de la laguna con una luz inmejorable. Desde aquí la visión será muy amplia, ya que coincide con la zona más extensa del estany del Cortalet. Aparte de las aves citadas anteriormente, será posible ver Pato colorado, Tarro blanco y con suerte algún Silbón europeo o algún ejemplar de Ganso del Nilo, especie exótica invasora de origen africano introducida en algunos países del oeste de Europa y que se ha establecido en diversos lugares de la península, siendo habitual la presencia del Aguilucho lagunero.

Ánade friso macho

Gansos del Nilo junto a otras anátidas

Siguiendo el camino principal llegaremos enseguida a un observatorio abierto con escaleras y pasarela de acceso, observando en altura un extenso campo por donde se mueven las cigüeñas, las garzas y a veces los gamos. Volvemos al camino que continúa por entre canales de agua con bonita vegetación en esta época. Nos encontraremos algunos claros con charcas con posible presencia de cigüeñuelas comunes o flamencos comunes y en ocasiones abejarucos europeos o lavanderas boyeras. En campo abierto podrá aparecer alguna rapaz como Busardo ratonero o Culebrera europea aparte del Aguilucho lagunero, y en los árboles pueden aparecer los jilgueros europeos, petirrojos europeos, mitos comunes, herrerillos comunes y otras especies de pajaritos.

Petirrojo europeo

Al final de este primer tramo, a la izquierda se encuentra el observatorio Pallejà, donde es habitual el Ánade azulón o el Somormujo lavanco aunque con poca variedad de especies, y a la derecha cruzaremos una corta pasarela que nos conducirá más adelante a la gran explanada de los Estanys del Matà, delimitados en su totalidad por un vallado de madera.

Somormujo lavanco

Al llegar, si seguimos el camino de la derecha llegaremos hasta el observatorio de Senillosa, compuesto por varios graneros verticales construidos en obra, estando uno de ellos adaptado como observatorio alto del entorno. Será un buen lugar para recrearse ya que las vistas son espectaculares; desde arriba y también por el camino se dejarán ver las garcillas cangrejeras, las cigüeñuelas comunes, la Garza imperial, ánades azulones, flamencos comunes y algún Fumarel cariblanco.

Observatorio de Senillosa

Garcilla cangrejera

Garza imperial

Volveremos al punto anterior y ahora seguiremos el camino que bordea el Matà por su izquierda. En las charcas se sumarán a las aves ya citadas las lavanderas boyeras, los chorlitejos chicos y grandes, el Archibebe común, el Andarríos bastardo, el Combatiente o las agujas colinegras y colipintas. Dependiendo de la abundancia de agua habrá más o menos especies y estarán más o menos cercanas.

Andarríos bastardo

Combatiente joven

A medio camino a la izquierda nos encontraremos el observatorio de Gall Marí sobre el estany de la Massona, aprovechando para echar igualmente un vistazo.

Llegando casi al final del camino cercado, donde suele haber más acumulación de agua, podría haber congregación de moritos comunes, gaviotas reidoras y gaviotas patiamarillas. Seguiremos una larga pasarela sobre terreno inundado donde nos puede aparecer el Martín pescador y al final de ésta podemos seguir bordeando los Estanys del Matà pasando al lado de un cámping hasta llegar a un punto algo más adelante en que se acaba el camino. Este tramo acostumbra a ser bastante interesante porque se suelen concentrar grupos de limícolas relativamente cercanos como Agachadiza común, chorlitejos chicos y grandes, Archibebe común y claro e incluso en ocasiones algún pequeño grupo de canasteras comunes o de Fumarel cariblanco. Al tratarse de unos campos extensos, muchas veces las aves se sitúan en la parte central de éstos algo alejadas, así que en esa situación el telescopio nos será muy útil para observarlas e identificarlas mejor. Aparte de aves podremos disfrutar igualmente de la presencia de los caballos de la especie de la Camarga francesa en la explanada. Comentar también que en este rincón cuando hay tramuntana habrá que prestar atención porque el aire aquí suele pegar con fuerza.

Canastera común

Fumarel cariblanco

Caballos de la Camarga

Otras especies que se podrán dejar ver serán la Garcilla cangrejera, la Garza imperial, la Garza real, el Aguilucho lagunero o la Garceta grande, y de pajaritos destaca el Gorrión molinero.

Volveremos sobre nuestros pasos y cogiendo una corta senda a la izquierda llegaremos al observatorio del Bruel, con una panorámica más amplia del estany de la Massona donde puede haber algo más de variedad de anátidas y garzas que en los observatorios anteriores.

Retomaremos el camino principal a través del cual podremos escuchar al Carricero tordal o al Ruiseñor común o ver a la Curruca cabecinegra o al Jilguero europeo.

Cruzaremos una canal y al final del camino tendremos el observatorio abierto de Les Arpelles, nombre muy apropiado ya que es el lugar donde hay mayor cantidad de aguiluchos laguneros de todo el espacio, que en catalán es la Arpella vulgar.

Aguilucho lagunero hembra

Y ya para finalizar el recorrido llegaremos a la playa donde hay situado un observatorio alto sobre el mar, pudiendo observar, mejor con telescopio, parte de la bahía de Roses en busca de aves marinas. En la orilla, si tenemos suerte y no hay mucha presencia humana, podría aparecer algún ejemplar de Chorlitejo patinegro.

Chorlitejo patinegro

El recorrido de vuelta, que será por el mismo sitio, lo haremos a gusto de cada cual, ya que durante todo el paseo habremos tenido tiempo de localizar los lugares más interesantes para volver a echar un último vistazo.

Al llegar al centro de información será el momento de hacer la última visita al observatorio Quim Franch, ya con mejor luz para poder observar las anátidas, gaviotas, flamencos y garzas que allí se suelen ver.

Será un buen punto y final para este completo recorrido por la zona más emblemática dels Aiguamolls de l'Empordà.

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Información adicional

Si se va a hacer una visita completa, lo mejor será empezar a primera hora de la mañana para así finalizar al mediodía o primera hora de la tarde, ya que no habrá tanta afluencia de gente y será más tranquila y agradable.

Los fines de semana y días festivos, en esta época suele estar abierto un pequeño chiringuito situado en el párking de vehículos, donde también hay mesas de madera, en el cual suelen servir bocadillos, refrescos y café.

* Las especies de aves que he citado son las que creo que se pueden ver con más facilidad aunque algunas de ellas no se verán en una sola salida, de la misma manera que podrán aparecer otras especies diferentes que no cito porque no se puede predecir qué aves estarán ahí en ese día concreto. Eso es lo que tiene el mundo de las aves.