PRISMÁTICOS Y GUÍA DE AVES

Para empezar no es necesario tener unos buenos prismáticos que nos supondrán un alto coste económico, nos bastará con unos sencillos o intermedios de 8 o 10 aumentos y con un diámetro de salida de 40 o 42mm ( 8 x 42 / 10 x 42, etc. ); a más diámetro de salida más luminosidad. Más adelante y si vemos que cogemos afición a observar aves podremos plantearnos adquirir unos mejores prismáticos. Hoy en día los prismáticos más utilizados son los llamados binoculares. 

Prismáticos binoculares

Los prismáticos están formados por dos tubos que tienen en su interior un conjunto de cristales o lentes de aumento que nos permitirán ver más de cerca las aves que estamos observando. El efecto es el de acercarnos la imagen como si la tuviéramos delante nuestro, dependiendo claro está de la distancia a la que esté el ave. Se pueden abrir o cerrar para adaptarlos a cada uno de nosotros ya que la distancia entre un ojo y otro no es la misma en cada persona. Todos los prismáticos tienen una ruedecilla central de enfoque que girándola a izquierda o derecha nos enfocará enseguida el ave que hayamos detectado. Como el enfoque es bastante rápido no será necesario memorizar hacia dónde tenemos que girar la ruedecilla para enfocar; es cuestión de práctica. Los dos cristales de observación tienen un pequeño tubo extensible que se puede abrir o dejar cerrado; las personas que no utilizan gafas deberán abrir dichos tubos para que la observación sea más cómoda. Las personas con gafas deberán dejarlos cerrados. La cuestión es que entre los ojos y el cristal tiene que haber una distancia mínima de separación para poder observar bien.
Como a muchas personas nos pasa que no tenemos la misma visión con los dos ojos, existe la posibilidad de ajustar el enfoque para los dos ojos individualmente con una ruedecilla para tal uso. Para ello, en la mayoría de prismáticos, enfocaremos un objeto cercano con el ojo izquierdo abierto y el derecho cerrado y después al revés, con el derecho abierto y el izquierdo cerrado y girando la ruedecilla hasta enfocar con nitidez.
A modo orientativo unos prismáticos de 8 aumentos nos acercarán menos pero tendremos más campo de visión; en cambio, unos de 10 aumentos nos acercarán más pero se reducirá el campo de visión. No suele ser aconsejable utilizar más de 10 aumentos para observar a mano alzada ya que dependiendo del pulso de cada uno, la imagen nos podrá temblar. Por eso se suele recomendar utilizar trípode o monopié para aumentos superiores. La elección entre 8 o 10 aumentos siempre será una cuestión personal; lo ideal sería poder probarlos sobre el terreno para ver la diferencia y así tomar una decisión más acertada, aunque esto no siempre será posible. En todo caso deberemos seguir los consejos del vendedor.

 Croquis del campo de visión

En cuanto a las guías de aves las hay sencillas para empezar y más completas para profundizar más una vez que se nos quede corta la guía sencilla. En cualquier guía de un territorio concreto, de Catalunya, de España, de Europa, estarán todas las aves que se pueden ver en esos territorios. En las guías sencillas normalmente suele haber una ilustración del ave en verano e invierno o bien una del macho y otra de la hembra en el caso de ser diferentes. Al principio de la descripción suele aparecer el nombre común de la especie y el nombre científico, que estará en latín y que es el nombre común para todos los países. En algunas guías más completas también podemos encontrar los nombres en otras lenguas. Después se da una explicación general descriptiva del aspecto, colores identificativos, hábitat, canto, alimentación, etc. Y además suele haber un mapa para cada especie donde se marca en colores la presencia estacional a nivel del territorio.
Con una de estas guías ya podemos empezar a identificar las primeras aves.
En las guías más completas la diferencia más sustancial es que se incrementará el número de ilustraciones de cada especie, de ejemplares jóvenes e ilustraciones en vuelo con las alas desplegadas para una identificación con mayor precisión. Aparte la explicación será más completa y detallada.
Entre una guía sencilla y otra completa hay una diferencia de precio importante, por lo que mejor empezar con la sencilla y comprar más adelante la completa cuando ya sea una cuestión de necesidad para una mejor identificación.

 Diferentes guías de aves

¿ CUÁL ES LA MEJOR ÉPOCA PARA OBSERVAR AVES ?

La primavera es sin lugar a dudas la mejor época de observación. Esto es así por diferentes motivos; primero por ser la época en que las aves crían, lo que significa que en el caso de las aves cantoras los machos se dedicarán a cantar continuamente para marcar su territorio a otras aves de su misma especie e igualmente para atraer a las hembras con dichos cantos. Otra cosa muy común y hasta graciosa es verlos perseguir a las hembras buscando el apareamiento, a veces hasta varios machos, cosa que también podemos observar en las anátidas. Por este motivo las aves estarán muy activas y concentradas en su tarea, entre las que está también la preparación del nido, lo cual en muchas ocasiones nos favorecerá el poder observarlas y en el caso de los pajaritos verlos cantar con facilidad.
También porque llega el buen tiempo, con temperaturas más agradables para salir al campo y otros hábitats y como los días son más largos podemos alargar la jornada de observación.
Y otro motivo también importante es el hecho de que se juntan las aves residentes y las estivales. Las aves residentes son las que viven en un territorio durante todo el año. Las aves estivales son las que pasan el invierno en una zona y en cambio para criar se desplazan a otras zonas generalmente con temperaturas más suaves. Así, aquí en la península a las aves residentes como jilgueros europeos, pinzones vulgares, cernícalos vulgares, busardos ratoneros, ánades azulones o garzas reales se unirán ruiseñores comunes, golondrinas, aviones y vencejos, cernícalos primillas, aguilillas calzadas y culebreras europeas, bastantes especies de garzas, etc. De ahí que entre los meses primaverales y estivales tengamos una explosión de avifauna inigualable sobre todo en el campo, en los humedales y  en las costas de la península. 

 Curruca cabecinegra macho (ave residente)

 Golondrina común (ave estival )

El campo se inundará de los cantos de los pajaritos, destacando por encima de los demás el canto potente y variado del Ruiseñor común. A mediados de junio aproximadamente y una vez que hayan criado la mayoría de las aves se producirá un silencio rotundo y parecerá que han desaparecido todas las aves aunque la realidad es que serán mucho más discretas porque estarán inmersas en el crecimiento de sus crías;  y ya en los meses de julio y agosto solo se dejarán ver a primera hora de la mañana y a última hora de la tarde para evitar las horas más cálidas del día.
En las zonas costeras sin embargo las aves más habituales como charranes, correlimos, gaviotas, se dejarán ver más ya que en estos hábitats, a pesar del calor del verano siempre corre una mínima brisa que puede hacer más soportable el día a día a las aves y también a nosotros los observadores.
Al final del verano las aves estivales emprenderán el viaje de vuelta a sus cuarteles de invierno,tanto los ejemplares adultos como los jóvenes, para los que la migración será su primera gran aventura.

 Ruiseñor común (ave estival)

Gaviota reidora en el Delta de l'Ebre (ave residente)

 Gaviota de Audouin en el Delta de l'Ebre (ave residente)

Aparte de aves residentes y estivales también hay aves invernantes como las grullas que vienen a la península a pasar el invierno huyendo de la nieve y las bajas temperaturas para instalarse sobre todo en Extremadura y Andalucía; y por último tenemos a las aves que denominamos en paso, que son las aves estivales e invernantes que realizarán diversas paradas antes de llegar a su destino, por lo que en esos lugares de descanso y repostaje serán aves en paso. 
Las aves estivales que vienen a criar a la península proceden de diferentes territorios del África subsahariana y de Sudáfrica. Las aves que hivernan en la península proceden de territorios del norte y centro de Europa.

 Cercetas comunes en el Delta del Llobregat (aves invernantes)

 Milano real (ave residente e invernante)

 Ruiseñor pechiazul en el Delta del Llobregat (ave en paso)

Espátula común en el Delta del Llobregat (ave en paso)

Volviendo a las épocas de observación, aunque la primavera sea la mejor época en realidad podemos observar aves durante todo el año. El invierno también será buen momento ya que muchas aves mayormente del norte de Europa vienen a la península a invernar, como he dicho anteriormente; así tendremos grullas comunes, avefrías europeas, ánsares comunes, cercetas comunes, rapaces como busardos ratoneros y milanos reales que se unirán a los ya residentes en la península, o pajaritos como bisbitas pratenses o zorzales reales y alirrojos.
El otoño será una época rara en la que ya se han ido las aves estivales y se quedan los campos y humedales vacíos de avifauna; quizás en el campo no se notará tanto porque algunas aves de bosque y montaña bajarán al llano en busca de mejores temperaturas y alimento como petirrojos europeos, colirrojos tizones y pinzones vulgares, aunque muchos ejemplares que llegarán en invierno procederán del resto de Europa.
Y el verano será la peor época en los campos y bosques por el excesivo calor pero sin embargo, como ya he comentado, en la costa tendremos bastante movimiento de aves a pesar de las altas temperaturas.


 Fumarel cariblanco (ave estival)

 Garceta común (ave residente)

Como conclusión, a muchos aficionados a la ornitología nos ha pasado que en los primeros años casi que solo nos dedicamos a observar aves en primavera como si fuera la única época interesante. Con los años y cuanto más profundizas en este mundo y vas adquiriendo más conocimientos te das cuenta de que todas las épocas tienen su interés e incluso te decides a visitar otros lugares mas lejanos de tu residencia en la península o  en otros países en busca de esas aves cuya visión allí estará asegurada.
En esos momentos seremos nosotros los que nos convertiremos en humanos migradores aunque solo sea por un corto espacio de tiempo, momentos que formarán parte de nuestra memoria y experiencia pajarera y de los que seguramente tendremos un grato recuerdo.  

 Buitre negro en Monfragüe - Cáceres (ave residente)

 Grupo de flamencos en las marismas de Doñana (residentes)